Llegaron a las cinco de la mañana al aeropuerto. Era el dieciséis de julio. En total, eran ocho: siete alumnos y un hermano marista. Partieron rumbo a Houston, cruzaron el Atlántico hacia Franckfurt y, de ahí, Lyon.
Jesús David Álvarez —estudiante de Diseño Gráfico—, Paulina Briceño —de Psicología—, Juan Pablo Marchand —Ingeniería Industrial—, Wilbert Blanco —Arquitectura—, Mario Cepeda —Arquitectura—, Juan Pablo Paredes —egresado, de Recursos Naturales—, Arely Ramírez —Recursos Naturales— y el hermano Eduardo Brondo.
Ellos formaron parte de la delegación de la Universidad Marista de Mérida que participó en el Encuentro Internacional de Jóvenes Marista —cuyo lema fue «Atrévete a soñar»—, en Lyon, y, posteriormente, en la Jornada Mundial de la Juventud, en Cracovia, Polonia.
La reunión marista se realizó del diecisiete al veintitrés de julio, en Lyon. Ahí, cuatrocientos jóvenes de todo el mundo marista celebraron el bicentenario de la promesa de Fourviere, la semilla de la Sociedad de María, hoy del árbol de la familia marista, conformado por sacerdotes, hermanos, hermanas, misioneras y laicos. Todos estuvieron ahí presentes y representados.
Una de las actividades centrales de este encuentro fue la ceremonia que se realizó en la Basílica de Fourviere, en donde se renovó la promesa que realizaron nuestros fundadores. También, se visitaron varios sitios emblemáticos de la historia del instituto, como Lavalla, el Hermitage y Le Palais —donde san Marcelino Champagnat se encontró con el joven Montaigne—. Al encuentro asistieron los superiores generales de las ramas maristas, entre ellos el hermano Emili Turú.
De Francia a Polonia, con escala en la obra marista de Mindelheim. De ese poblado alemán han venido varios voluntarios a nuestra universidad. En Cracovia, la delegación marista fue destinada a la parroquia Wysoka, donde la hospedó familias. En la Jornada Mundial de la Juventud se dieron cita tres millones de chicos y chicas. Se realizó del veintiséis al treinta y uno de julio. El papa Francisco ofició una multitudinaria misa en el cierre.
Además de los alumnos de la Universidad Marista y del hermano Lalo Brondo, de México fueron otros quince estudiantes, acompañados por los hermanos Agustín Acevedo y Rodrigo Espinosa. En los próximos días, los universitarios maristas nos compartirán su experiencia en este inolvidable viaje.
