José Rodrigo Chan ya fue protagonista de noticias en esta página web y en nuestra revista Palabra Marista. Ahora, nuestro egresado de la Escuela de Derecho aparece en una nota de Sipse publicada el sábado pasado.
Pese a su debilidad visual, José Rodrigo Chan Cuay se ha abierto paso en el mundo de las leyes; trabaja en la Codhey.
José Rodrigo Chan Cua es licenciado en Derecho egresado de la Universidad Marista. Tras buscar trabajo, como cualquier joven después de salir de la escuela, se incorporó como capacitador de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey).
Pareciera una historia común y corriente, pero el reconocimiento para este muchacho, que ahora tiene 28 años, es que tiene una discapacidad visual, la cual nunca utilizó como pretexto para realizar su vida como cualquier otra persona.
José Rodrigo menciona que siempre quiso ser independiente, que su discapacidad no fuera una limitante, por lo que aprendió a andar por la calle sólo y si necesita ayuda, y alguien se la ofrece lo agradece, pero si no ve la forma de solucionarlo.
Estudió en una escuela de educación especial, donde aprendió el sistema Braille, actividades de la vida diaria y el uso del bastón, su compañero fiel que desde los 13 años le permitió ser independiente. "Fue difícil, pero no imposible, siempre estoy alerta con todos los sentidos; a mi familia, en un principio le dio cierto temor, yo soy la única persona con discapacidad, pero ya están acostumbrados", sonríe.
La universidad la estudió con el apoyo de la Asociación Impulso Universitario, que le proporcionó una beca completa debido a su buen promedio e ímpetu.
Con su bastón en mano, recuerda que desde chico tuvo la inquietud de saber más acerca de las leyes, por lo que nunca dudó en estudiar Derecho.
Tampoco se imaginó que iba a trabajar en la Codhey, organismo muy importante para su formación, al cual se integró desde hace tres años, cuando estudiaba.
"El integrarme al equipo de la Codhey es muy importante, sobre todo porque estoy en el área de capacitación del sector vulnerable y mi trabajo consiste en dar pláticas sobre la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad en empresas y escuelas", comentó.
Señaló que uno de los temas que trabaja actualmente es el trato de los transportistas hacia las personas de la tercera edad, en donde aprovecha para vincular el tema de las personas con discapacidad para que entiendan que todos son iguales y merecen respeto.
¿Alguna vez has sido víctima de maltrato en el transporte?, se le pregunta, a lo que sonríe y responde: "pues a veces no me dan parada, les molesta que les entregue la credencial de discapacidad; creerán que no me doy cuenta, pero sí, porque te arrebatan la credencial y a veces por eso prefiero pagar mi pasaje completo y evitar problemas", señaló.
En un futuro, este abogado piensa dedicarse de lleno a ejercer su carrera y ayudar de manera incondicional a las personas que requieran su apoyo.