UNIVERSIDAD MARISTA DE MÉRIDA A.C.

La Universidad Marista de Mérida otorga el Doctorado Honoris Causa al Hno. Antonio Cavazos Bueno, FMS.

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“Ser para servir” como vocación de vida

En una emotiva ceremonia celebrada la mañana de ayer jueves 3 de julio, la Universidad Marista de Mérida confirió el título de Doctor Honoris Causa al Hermano Marista Antonio Cavazos Bueno, FMS, en reconocimiento a su incansable entrega al servicio educativo, pastoral y social en México y Haití, así como por ser un testimonio vivo del lema que inspira la misión de nuestra institución: Ser para servir.

Este reconocimiento, el más alto que otorga nuestra Universidad, se entrega a personas que encarnan con su vida los valores maristas de fraternidad, sencillez, compromiso y amor a los más necesitados. El Hno. Cavazos se convierte así en el cuarto recipiendario de esta distinción, compartiéndola con Mons. Jorge Carlos Patrón Wong, el Hno. Pablo Hernández García (+) y el Hno. Manuel Franco Jáuregui.

Una celebración de vida, entrega y esperanza

La ceremonia dio inicio con conducción y bienvenida de la Dra. Verónica Boeta Madera, Directora General Académica, quien agradeció la presencia de la comunidad universitaria, así como de los invitados especiales y del homenajeado. Posteriormente, se realizaron los honores a la bandera, dirigidos por la escolta y banda de guerra de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Yucatán.

El rector de la Universidad, Mtro. Ermilo Echeverría Castellanos, ofreció un mensaje profundamente personal y conmovedor, en el que recordó al Hno. Cavazos como un sembrador del bien común, un educador transformador y un referente marista inolvidable. “Reconocer su trayectoria es decirle al mundo que vale la pena entregarse a los demás”, expresó.

En un siguiente momento, el Lic. Antonio Simón Gáber, Presidente de la Junta de Gobierno, compartió los fundamentos normativos que respaldan este reconocimiento, destacando que esta distinción se otorga a personas con méritos excepcionales y una vida dedicada a mejorar el bienestar de la humanidad.

Una semblanza que inspira

El Dr. Antonio Buenfil Guillermo fue el encargado de presentar la semblanza del homenajeado, un relato profundo de una vida marcada por la fe, la pedagogía liberadora y el compromiso con los más vulnerables. Desde sus primeros pasos como educador, hasta su labor como provincial marista y su trabajo en Haití durante más de dos décadas, el Hermano Toño ha forjado comunidades, inspirado vocaciones y sembrado esperanza en contextos de dolor e incertidumbre.

Fue precisamente su papel como impulsor de la fundación de nuestra Universidad lo que marcó un hito para nuestra comunidad. Su visión profética y su compromiso con la educación de calidad y el servicio al pueblo maya dieron origen a este proyecto que hoy celebra 29 años de vida institucional.

Después de escuchar esta palabras, se invitó al Hno. Cavazos a susbir al escenario para realizar la entrega de la banda y el diploma por parte del Rector y del Hno. Luis Enrique Rodríguez Santana, Provincial de México Occidental, así como la firma del libro de visitantes distinguidos.

Un mensaje desde el corazón de Haití

Durante su discurso de agradecimiento, el Hno. Antonio compartió una profunda reflexión sobre la realidad de Haití, país donde ha dedicado los últimos 17 años de su vida a la formación teológica y humana de jóvenes en contextos de extrema vulnerabilidad. Habló del dolor, la violencia, la pobreza y la ausencia de estructuras justas, pero también de la esperanza activa, del poder transformador del Evangelio y de la necesidad urgente de una educación liberadora al estilo marista.

“Dios es nuestra esperanza. Su poder no es el de la fuerza, sino el de la compasión y el amor”, expresó. Y añadió: “Recibo este doctorado en nombre de todos los Hermanos Maristas que trabajamos en Haití. Y regreso allá, donde Jesús me envió, para seguir sirviendo, construyendo y sembrando”.

Una comunidad agradecida

Al finalizar la ceremonia, los asistentes compartieron un desayuno con el homenajeado, en un ambiente de fraternidad, gratitud y celebración.

Con este acto, la Universidad Marista de Mérida reafirma su compromiso con la formación integral, la justicia social y el reconocimiento a quienes, como el Hno. Antonio Cavazos Bueno, hacen del mundo un lugar más humano, justo y fraterno.

Gracias, Hermano Toño, por recordarnos que la esperanza se construye sirviendo.

 

Fotografías: Diario de Yucatán

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