Al comentar la trascendencia de la tarea educativa marista, el Hermano Luis Roberto González, Superior local de Mérida y director general del CUM ofreció una entrevista al Diario de Yucatán,que hoy lunes 7 de junio publica en su primera página de Imagen lo siguiente:La develación de un nuevo monumento marista, la entrega de reconocimientos a profesores y la colocación de la primera piedra del edificio de Ciencias de la Salud en la Universidad Marista forman parte de las actividades conmemorativas del 170 aniversario luctuoso de San Marcelino Champagnat, fundador de los Hermanos Marista.
La comunidad religiosa preparó el programa para honrar la memoria del santo fundador de la obra marista, cuyo carisma es la educación de niños y jóvenes, indica el hermano marista Luis Roberto González González, superior local de la congregación.
“Educar no significa trasmitir conocimientos sino formar para la vida”, añade. Así lo han hecho desde hace poco más de 100 años que llegaron a varios puntos de Yucatán, donde abrieron escuelas de artes y oficios, y después en Mérida, donde dirigen hoy cinco obras educativas: el Colegio Montejo, la escuela “Joaquín Peón Aznar”, el Centro Universitario Montejo, el Centro de Desarrollo Marista de la colonia Zapata Sur y la Universidad, por medio de las cuales atienden a cinco mil alumnos y cuentan con 650 maestros y colaboradores.
El hermano Luis Roberto recuerda que el 6 de junio de 1840 falleció San Marcelino Champagnat, de modo que ayer se celebró la festividad litúrgica. “En el tiempo que vivió San Marcelino, Europa fue el escenario de una gran agitación cultural, política y económica, de crisis en la sociedad. Hoy esa realidad sólo ha cambiado de época. “La realidad de la niñez y juventud de hoy es presa de una sociedad permisiva, tremendamente influenciada por los medios de comunicación y orientada de manera desbordada hacia la cultura del consumismo”, añade. “El desafío de la escuela cobra un nuevo significado. La tarea de los educadores hoy se redimensiona en una labor no sólo de transmitir conocimientos y ayudar a los jóvenes a formarse profesionalmente, sino a ser copartícipes de la misión de los padres de familia, de educar y formar a los niños y jóvenes del futuro.
“Para educar hay que amar”, advierte. “La esencia básica y el principio en que se fundamenta el arte de educar los heredamos de San Marcelino. Los educadores maristas compartimos y continuamos el sueño de San Marcelino en el mundo hoy. Buscamos transformar las vidas y situación de los jóvenes, en particular de los menos favorecidos, al ofrecernos como guía y apoyo, y darles una formación para la vida. El reto máximo de los maristas se centra en los jóvenes”.
Luis Roberto González González, superior de la comunidad marista, indica que el lunes 7 de junio a las 2 p.m., se ofrecio una comida a los maestros que colaboran en sus cinco instituciones: Colegio Montejo, “Joaquín Peón Aznar”, Centro Universitario Montejo, Cemade Zapata Sur y Universidad Marista. Se entregaron reconocimientos especiales a personal que cumple 10, 20, 25 y 30 años de servicio. Y el martes 8 de junio, a las 11 a.m., se colocará la primera piedra del edificio de Ciencias de la Salud en la Universidad Marista, que alojará a las Escuelas de Psicología y de Nutrición, y, en un futuro, a la de Medicina, que se planea estrenar para el próximo ciclo escolar o el siguiente, dependiendo de los trámites ante la SEP.