UNIVERSIDAD MARISTA DE MÉRIDA A.C.

Presentación de Glenn Murcott a su Conferencia del Sábado 22 de Enero

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Buenas noches.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   

Bienvenidos a esta tercera y última jornada del Segundo Congreso Internacional de Arquitectura Marista.

…..Hoy nuestro conferenciante es el arquitecto Glenn Murcott, pero déjenme decirles que el Premio Pritzker  2002 no es el mismo de hace apenas unos días.
Resulta que don Glenn ya conoció Uxmal y Chichén Itzá. Ya almorzó en medio de un cenote yucateco y recorrió algunas haciendas.
Lo que vio, escuchó y probó este singular arquitecto australiano nos abre la posibilidad de escuchar hoy a un Glenn Murcott renovado con la fuerza de los mayas.
 
Y lo celebramos muy a lo marista porque además esta celebridad de la arquitectura moderna tiene bien grabada la importancia de la sencillez en su misión profesional.
Y no sólo eso, a esa sencillez que identifica a los maristas hay que sumarle otra fortaleza de la casa: la familia…
Glenn Murcott no duda en reconocer, en sus escritos, obras y entrevistas, la importancia que tiene en él la familia… Las enseñanzas que le dio su padre, sus travesías y el contacto respetuoso con la naturaleza son recurrentemente tema de sus pláticas.
Y eso también lo celebramos, porque es muy importante que los jóvenes de hoy tengamos en cuenta que el éxito tiene que ser compartido y que un buen camino para lograrlo es nunca perder la sencillez, la generosidad, el respeto.
 
 
Glenn Murcott nació en 1936 en Londres pero no duda en presentarse como australiano: No en balde  sus trabajos  son  decisivos en el desarrollo arquitectónico de ese país, construyendo edificios que suman modernidad y respeto por las tradiciones constructivas autóctonas. Su interés por los aspectos medioambientales y sociales ejerce una importante influencia en las generaciones más jóvenes. Como ya dijimos, en 2002 fue galardonado con el Premio Pritzker.

En 1969 comenzó a trabajar como arquitecto independiente y pronto rompió los moldes establecidos por la obra de Frank Lloyd Wright. Su principal punto de referencia en sus inicios fue la obra de Mies van der Rohe, aunque después fue adaptando la sencillez formal de este arquitecto a las duras condiciones climáticas de Australia.
 
Murcutt estudió el tipo de vivienda tradicional de los aborígenes australianos, admirando “la suavidad con la que trataban el suelo”. En la casa de Marie Short en Kempsey, Nueva Gales del Sur, construida en chapa ondulada y madera a la usanza de las granjas australianas, llevó a la práctica por primera vez sus teorías. Posteriormente desarrolló este modelo, mezcla de elementos vernáculos y modernos, en la casa de los Frederick en Jamberoo, Nueva Gales del Sur, y en la casa Meagher en Bowral (1992).

Sabiamente siempre ha evitado los encargos comerciales y urbanos, construyendo principalmente casas familiares y edificios comunitarios. La integridad y honestidad de su obra es una de sus principales cualidades.
 
His father, Arthur Murcutt was born in Melbourne in 1899. Su padre, Arthur Murcutt, trabajó y casi hizo de todo. Carpintero, zapatero, pastor de ovejas, buscador de oro, constructor de yates… Su matrimonio con Daphne
Powys, the daughter of a photographer from Manly, Australia. Powys no detuvo la aventura. Rumbo a las Olimpiadas de Berlín nació en Londres nuestro conferenciante de hoy. En brazos Glenn Murcott dio su primera vuelta al mundo, que lo llevó de niño a Nueva Guinea, donde se casó con el cuidado del medio ambiente.
   
El mismo cuenta que parte de su trascendencia de hoy se lo debe a la disciplina que le enseñó su padre… y a la música clásica que llegó a interpretar.
 
Estos son algunos pasajes de este arquitecto que le gusta trabajar sólo, que tarda hasta seis años en atender las solicitudes de trabajos y que el jueves temprano, antes de emprender una excursión a Uxmal, le confió a los maristas que: Esta es mi último gran viaje.
 
Gracias maestro por estar entre nosotros, gracias por lo que nos ha enseñado a distancia y muchas gracias por creer en los jóvenes yucatecos.
 
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