UNIVERSIDAD MARISTA DE MÉRIDA A.C.

«Los maristas somos guadalupanos»

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Niños, jóvenes y adultos de la comunidad marista de la ciudad realizaron la mañana de ayer su acostumbrada peregrinación guadalupana, que tuvo como destino el Centro Universitario Montejo.

En la actividad tomaron parte alumnos, maestros y padres de familia de la primaria del Colegio Montejo, primaria y secundaria de la “Joaquín Peón”, secundaria y preparatoria del CUM, la Universidad Marista y el Centro Marista de Desarrollo Comunitario de la colonia Emiliano Zapata Sur.


La procesión tuvo varios puntos de salida: del lado del estacionamiento se concentraron alumnos, maestros y papás de secundaria y preparatoria, y en la explanada del Centro de Convenciones estuvieron los de primaria. La Universidad Marista tuvo dos contingentes. Uno salió del jardín de niños Champagnat, donde universitarios en bicicleta, encabezados por el hermano Lalo Brondo, se dirigieron al CUM. Otro, de la Villita de Guadalupe, detrás de la Torre Banamex, en Gonzalo Guerrero.


El recorrido de los chavos de prepa fue encabezado por una camioneta en la que se colocó una imagen de la Guadalupana, adornada con palmas y colores patrios. Según la crínica publicada en el Diario de Yucatán, «detrás iban niños, jóvenes y adultos que, cual auténticos soldados de la fe, marcharon al tiempo que rezaban el Ave María o entonaban cánticos dedicados a la Virgen.


«Del estacionamiento se vio salir a jóvenes con tilmas como la de Juan Diego, con la imagen estampada de la Guadalupana, y a otros que cargaban pendones que recordaban las apariciones de 1531».

Otra ruta
Los menores que salieron de la explanada del Centro de Convenciones atravesaron el estacionamiento de Chedraui Norte, justo detrás de donde se encuentra Juguetilandia. Este grupo marchó cantando y escuchando textos acerca de las apariciones.


Por momentos también lanzaba la tradicional porra: “¡Dame una M, dame una A, dame una R..!” al tiempo que agitaba globos blancos, verdes y rojos.


Una vez en el CUM, el padre Óscar Viñas Olvera, de la congregación del Oratorio de San Felipe Neri, ofició una misa de acción de gracias.


“La peregrinación es una actividad que nos llena de alegría, porque convoca a todos los miembros de esta gran comunidad y les permite celebrar juntos nuestra fe en Jesús y en su Madre en la advocación de María de Guadalupe”, indicó Juan Carlos Balderas Salazar, colaborador del departamento de Pastoral del CUM.-

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