UNIVERSIDAD MARISTA DE MÉRIDA A.C.

#FelizDíaSanMarcelinoChampagnat

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El día de hoy el mundo educativo, el mundo marista recuerda a san Marcelino Champagnat, fundador del Instituto de los Hermanos Maristas, quién murió en 1840 a la edad de 51 años, sin embargo las semillas de la verdad, la solidaridad y la justicia sembradas por Champagnat en los primeros hermanos y alumnos, aún siguen vigentes en los millones de egresados y obras maristas alrededor del mundo.

El compromiso sigue siendo el mismo dictado por Champagnat: "Formar buenos cristianos y virtuosos ciudadanos" pero en un mundo diferente, que exige una educación integral anclada en valores y con un claro compromiso de servicio, en especial hacia los más necesitados.

El hermano Ernesto Sánchez Barba, Superior General de la Congregación Marista nos invita hoy, a través de su mensaje emitido con motivo de esta celebración, a asumir ese compromiso con el reto de entender la realidad que hoy viven los jóvenes:

"Las generaciones jóvenes de hoy, como las nuestras lo hicieron en su momento, aportan novedad y creatividad. Cuentan con muchos rasgos positivos, junto con elementos de fragilidad, como fue nuestro caso. Son capaces de conectar fácilmente entre ellos y de crear relaciones, aunque a veces parecería que temen profundizarlas y hacerlas duraderas; construyen con desenvoltura redes solidarias y son capaces de acciones altruistas, teniendo que luchar contra todo aquello que los lleva a centrarse demasiado en ellos mismo, en una sociedad que favorece el egocentrismo y la indiferencia; hay signos de su sed y apertura a la experiencia interior y espiritual, aunque manifiestan dificultad hacia el tema institucional; la era digital es su mundo (y el nuestro) y les abre a innumerables posibilidades, a la vez que les puede amenazar el riesgo de la despersonalización… Me pregunto ¿cómo hacer para ponernos más a su escucha y hacer camino junto con ellos, siguiendo a Champagnat que los buscaba en las calles, en las aldeas y caminos? ¿Cómo convertirnos más en discípulos y así aprender a su lado, reinventando la presencia amorosa entre ellos que Marcelino nos propuso? ¿Cómo lograr conectarnos más con ellos, utilizando lenguajes adecuados y accesibles, en la línea de nuestro Fundador, su adaptación, su búsqueda de pedagogías nuevas, su apertura a misiones inexploradas?"

La Universidad Marista de Mérida, asume este reto y refrenda su compromiso con las familias que hoy depositan su confianza en nuestra institución para la formación integral de jóvenes bajo el carisma educativo marista, arraigado en los valores de justicia, respecto a la dignidad humana, amor al trabajo, sencillez y ambiente de familia. Hoy más que nunca nuestra misión es hacer vida el lema de "Ser para Servir"

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