UNIVERSIDAD MARISTA DE MÉRIDA A.C.

Maristas sobresalientes

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La Universidad Marista reconoce a sus 21 mejores promedios de calificación que egresarán en este año de licenciatura, maestría y doctorado, estudiantes destacados que vislumbran un mejor futuro con los conocimientos académicos que adquirieron, la experiencia vivida en la institución y la red de amigos que lograron en su estancia en las aulas.

Todos coincidieron que sus carreras las estudiaron con mucha pasión porque les gustó, enfrentaron y superaron desafíos en el camino, se esforzaron en el estudio, fueron responsables en sus tareas y trabajaron en equipo como uno solo.

Los alumnos compartieron, en entrevista con el Diario, lo que significa para ellos ser el mejor promedio de sus carreras, el esfuerzo que hicieron para mantener buenas calificaciones, coincidieron que esta distinción de ser el mejor de su especialidad tendrá algún beneficio futuro en otros estudios de mayor nivel, en el campo laboral y en la creación de emprendimientos propios.

Doctorado

De acuerdo con la lista que proporcionó la Universidad Marista, los mejores promedios finales en sus carreras fueron:

Glendy Guadalupe Martín Torres, quien terminó el Doctorado en Educación con un promedio de 99.42, la calificación más alta entre los 21 mejores promedios, señaló que terminar este grado académico es un logro y una satisfacción personal y familiar.

Dijo que estudiar un doctorado es una decisión de vida, “te abre mucho la mirada, amplía tus perspectivas, brinda nuevas formas de acercarse a nuevas oportunidades como la investigación y aprendes muchas herramientas para el desempeño profesional”.

Maestría

En la maestría, la mayor calificación la obtuvo María Fernanda Solís Cetina, quien se gradúa de la Maestría en Dirección y Gestión Empresarial, con una calificación final de 99.19, indica que su “salón fue una generación muy bonita, disfrutamos las salidas de campo, fue enriquecedor para fortalecer el conocimiento. Me voy a preparar continuamente; quiero emprender un negocio propio”.

Luis Jorge Flores Serrano, de la Maestría en Derecho Empresarial, con promedio 98.35 comenta que tiene “planes de desarrollar proyectos laborales, ojalá que sean positivos, y de seguir estudiando una segunda maestría o un doctorado”.

Rubén Augusto Rivero Pani, de la Maestría en Dirección Financiera, con promedio 98, dijo que “me gustan mucho los números, siento que esta maestría se enfoca en optimizar los recursos de las empresas, se me hace interesante pensar en estrategias para mejorar las fianzas de las empresas”.

María del Mar Ruiz Monforte, de la Maestría en Educación, con promedio 98.19, destacó “haber logrado el mejor promedio de mi carrera me hace saber que soy capaz y puedo lograr mis metas. Esto habla de la capacidad que uno tiene y que con disciplina se puede lograr muchas cosas”.

Bedy Cecilia Chan Méndez, de la Maestría en Impuestos, con promedio 97.81.

“Soy muy privilegiada tener el grupo con el que estudié. Somos 17 maestros que nos graduamos, fuimos un grupo muy unido y a cada uno lo guardo en el corazón. Pude conocer la visión de otros profesionistas y todos aportaron conocimientos, me di cuenta que esta carrera tiene un campo de trabajo amplio”, comentó.

Manuel Alejandro Osorno Alvarado, de la Maestría en Administración de Empresas Constructoras, con promedio 98.56.

“Soy ingeniero civil graduado en esta universidad y desde que egresé me dediqué a la construcción y ahora tengo mi propia empresa. Tuve muchos conocimientos empíricos y estudié para acreditarlos y reforzar todos los conocimientos que sé de la construcción”, explica.

Licenciatura

Amilamia González Peláez, de Derecho, con promedio 98.19, indica que “lo que más me atrajo de la carrera es que como profesionista esta carrera me permitiría ayudar a aquellas personas que no pueden defenderse ante la ley, a darles voz y presencia ante las autoridades, y ese interés se ha visto reflejado en mi desempeño académico, sobre todo en los casos prácticos, que me permitían estar en contacto con situaciones de la vida real y plantearme formas de llegar a una solución”.

Jimena Rejón Loría, de Mercadotecnia, con promedió 97.39, asegura que “uno de los aspectos que tuvo mayor influencia al momento de decidir estudiar la carrera de Mercadotecnia fue la amplia variedad de áreas de aplicación que tiene, el poder tener la certeza de que mi profesión es necesaria y útil para muchas situaciones de la vida diaria y vida profesional”, indica.

Destacó que lograr equilibrar la vida estudiantil con todos los deberes, pendientes y proyectos que implica ser emprendedora fue sin duda alguna el desafío más difícil.

Sislia Georgina Romo Chan, de Nutrición, con promedio 94.76, dice que “lo que más me llamó fue el cambio de perspectiva que me brindó, a la idea que tenía antes de lo que era la carrera de Nutrición”.

Destaca que lo más memorable siempre fue compartir bonitos momentos con sus amigos más cercanos, viajar todos juntos y sobre todo el apoyarse.

Ana Patricia Martínez Xacur, de Ingeniería Industrial y de Sistemas, con promedio 98.01, considera que su logro de mejor promedio en su carrera fue porque le gusta mucho la escuela y la carrera, es disciplinada y dedicada y agregó:

“Cuando estudias algo que te gusta, es fácil obtener buenos resultados. Si hubiese escogido otra carrera quizá no lo hubiese logrado”.

Salma Sofía Herrera González, de Administración, con promedio 94.33, comparte que en la carrera “tuve desafíos, en particular me fui de intercambio a Francia, fue un reto muy grande porque son conceptos sobre finanzas y contabilidad muy específicos, pero fue muy gratificante ese semestre”.

Rodrigo Humberto Bautista Pedraza, de Administración de Recursos Naturales, con promedio 97.91, declara que “ser el mejor promedio para mí significa muchas cosas, es un logro personal y familiar. Sacar buena calificación no es para demostrar algo, sino que eres capaz de hacerlo”.

María Fernanda Piñera Arcila, de Administración Turística, con promedio 95.62, destaca que “en lo personal ser la mejor promedio siento que sí me puede ayudar en mi desarrollo profesional porque demuestra que fui aplicada, pero también depende de las habilidades que aprendiste y si estas capacitada para hacer las bien las cosas”.

Felipe Alexis de Jesús Gil Medina, de Contaduría, con promedio 97.06. “Tuve una muy buena experiencia en mi carrera porque me fui de intercambio a estudiar costos, finanzas y marketing en Inglaterra, fue otra lengua, otra cultura, enfrentarme a diferentes formas de pensamiento y de hacer las cosas te ayudan a aprender más”, explica.

Adith Ditza Quiroz Ferreyro, de Diseño de Interiores, con promedio 94.31, indica que “cuando empecé a trabajar aun estudiando el tercer año de la carrera conocí a gente muy buena que me enseñó cosas que en el estudio jamás aprendería. Mis compañeros de trabajo me tuvieron paciencia, fueron amables y me cobijaron bajo sus alas, lo que fue de mucho apoyo para mis estudios y trabajo, hasta hoy estoy agradecido con ellos y sigo en contacto con ellos”.

Daryem Lisset Martínez García, de Fisioterapia y Rehabilitación, con promedio 97.20, recomienda “a los alumnos de nuevo ingreso en esta carrera que disfruten de la universidad, que se den un tiempo para disfrutar no solo la parte académica y recreativa, que le echen muchas ganas, que disfruten el estudio y que no lo vean como una obligación, sino que se apasionen de la carrera”.

Nataly Ariadna Leal Mex, de Psicología, con promedio 97.13, comparte que “pertenezco a la congregación religiosa Hermanas de San Juan Bautista de Kanasín y mi intención de estudiar Psicología es para poder dar un servicio más profesional, con enfoque humano y mejor atención mental. Ser la mejor promedio seguramente me abrirá las puertas para seguir especializándome”.

Xavier Ríos Covián Molina, de la licenciatura de Médico Cirujano, con promedio 92.55, destaca que “Medicina es una carrera en la que hay que tener vocación. No tienes que ser el más inteligente del mundo para ser médico, simplemente tienes que amar lo que haces y apasionarte de esta ciencia. Muchos dejan la carrera porque se dan cuenta que no es su pasión y no están dispuestos a sacrificar tanto estudio, tantas horas en el hospital y detrás de los libros”.

Alejandra Trapero Escalante, de Arquitectura, con promedio 96.31, comenta que a lo largo de la carrera descubrió que la Arquitectura es una herramienta muy poderosa para abordar desafíos sociales y ambientales.

“El ser humano no debe ser visto solo como un agente destructor de su entorno, sino que es parte de este mismo ambiente construido y no solo puede, sino debe aportar a la sostenibilidad”, asegura.

René Mauricio Ramírez Sosa, Ingeniería Civil, con promedio 94.69 y originario de El Salvador, no se cansó de agradecer a sus compañeros y amigos que tiene en la Marista porque como extranjero recibió mucho apoyo de todos.

Sin embargo, aplicó una estrategia que le ayudó a ser el mejor de su generación: dar asesorías a sus compañeros en cuestiones que no comprendían de la carrera de ingeniero civil.

“Me funcionó mucho hacerle de maestro. Dediqué tiempo para ayudar a algún compañero que no lograban entender los temas en cuestiones matemáticas y técnicas. Eso me ayudó mucho en consolidar mis conocimientos y que obtuviera el mejor promedio” destacó.

Noticia publicada por el Diario de Yucatán el día de hoy.

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